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Martes

(descripción de una casa)


Realmente no conozco mucho el departamento. Lo recorrí entero una sola vez a mi llegada. Recuerdo que al cruzar la puerta apareció una habitación enorme, comparada a mi tamaño claro. Lógicamente en las casas humanas todo es más o menos proporcional al tamaño promedio que ellos llegan a alcanzar.

La habitación principal estaba en un estado de terrible desorden. La más curiosa variedad de objetos aparecían en cualquier punto que se mirara. Al principio no reconocía nada, pero escuchando las conversaciones entre los dos jóvenes que viven acá aprendí el nombre de las cosas.

En los sillones aparecían desde libros hasta cables extensores de dispositivos usb. Cerca de los sillones la computadora, donde pasan la mayor parte del tiempo. La computadora me parece un aparato maravilloso, especialmente porque siempre que la utilizan escuchan música. Amo la música.

A parte de la sala están el baño y las habitaciones, cada una tan desordenada como la primera. Y finalmente la cocina, la parte de la casa donde vivo yo.

Me gusta mi lugar. Me mantienen en el marco de la ventana. Aquí me llega suficiente luz y por estar cerca del tubo no se olvidan de darme agua una vez por semana. Además desde la cocina puedo escuchar la música y las conversaciones que oscilan entre lo más aburrido del repertorio cotidiano y lo mas excéntrico que se pueda imaginar.

Hoy me sacaron al corredor a tomar el sol, es uno de mis momentos favoritos. El departamento está en un segundo piso. Desde afuera se ve el cielo despejado y las montañas cortando el horizonte, me encanta sentir el viento. A veces me duermo mirando las nubes y cuando despierto ya estoy en el marco de la ventana.

Pero hoy no creo que duerma, parece que va a llover y la lluvia me aterra. Escuché que mucha agua podría matarme y desde entonces pierdo la tranquilidad cada vez que veo nubes de tormenta en el horizonte.

Temo que alguna gotera se abra sobre mí. O que se olviden de regresarme a la seguridad de mi cocina.
Me acaba de ver uno de ellos y ya viene por mí. Ya puedo estar tranquilo.

Gabriel Castro
A91508

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